A mi espartana

Hola lectores,

Esta semana ha sido una de esas semanas que desearías borrar de tu recuerdo, que jamás hubiera ocurrido. Hace poco más que una semana, murió mi hermana mayor. 

En el año 1973, nació mi hermana, aún faltarían años para que yo apareciera en escena, ya que yo soy la menor de cinco hermanos. Tengo muchísimos recuerdos con ella y para que os voy a negar que con el paso de los días intento amarrar esos recuerdos para de alguna manera no olvidar nunca ninguno. Recuerdo como me llevó a la playa siendo yo bien pequeña con aquellas zapatillas cangrejeras que para que negarlo siempre dañaban la piel. Recuerdo también aquellos reyes que me trajeron. UNA MASTER SYSTEM 2, con los años entendí que aquella consola me la había regalado mi hermana mayor. Fue la consola que recuerdo con mucho cariño y que al final provocó que a estas alturas y con 35 años siga jugando a todo lo posible.

La verdad es que siempre he sido friki.. Ella, hace un mes me comentaba que siempre se había reído de mi punto friki y que ahora su niño de 14 años era un mini yo. Menudo orgullo sentí.

Cuando despedía el año 2020 pensé que después de lo que habíamos vivido en los dos últimos años bien merecía que para este 2021 todos tuviéramos salud, que con lo demás ya lidiaríamos . Mientras hubiera salud, podríamos con todo. 

A principio de año, tuvimos el primer susto con mi hermana, pero la verdad, después de todo lo que era capaz de hacer, se quedaría en un susto. Ella era una persona que realmente podía con todo, que tenía una fuerza por encima de cualquier problema de salud que pudiera ir apareciendo. Llevaba casi dos años luchando y siempre salía como una campeona. 

Era deportista, espartana, irónica y un ser lleno de alegría. Siempre te contagiaba una sonrisa.

Después de aquél susto, llegó el COVID y esta vez sí y de forma cruel, se la llevó.  Me pilló por sorpresa, no me esperaba que las cosas acabarían así. Solo nos queda agarrarnos a su recuerdo y sentirla presente en todo lo que hagamos .

Como bien dice Albert Espinosa, ahora ya no tengo una vida por vivir, tengo una vida y 1/8 de la vida de mi hermana, así que tengo 1’125 vidas por vivir y pienso vivirla a tope, como ella siempre querría. Como me dijo en las últimas semanas, “Nieves, dale la vuelta a todo, siempre hay un lado bueno” y cuando te contaba por teléfono mis cursos o el máster de desarrollo de videojuegos me decías  “Haz que me sienta orgullosa de ti”. Por ti, lo acabaré 😉 

Prometí cuidar de “mi llavero” como decíamos las dos mientras nos reíamos y lo cumpliré . Ese viaje a Japón, lo haremos, seguro. Por que como me decías por teléfono , “Anda tonta que me quieres un montón, dímelo” y va a ser que es totalmente cierto 🙂

Y llegado a este punto del escrito, solo os diré que a todos aquellos que os tomáis a broma el COVID o no, pero que seguís haciendo cosas con los amigos, cada día con uno diferente, sin mascarilla, o haciendo deporte rotando entre personas, o juntando a gente para vuestros hobbies,  “por que no quiero estar más en casa y quiero vivir” , lo que podéis conseguir es ser los vectores que generéis una situación dolorosa y un problema para otra persona. Así que desde aquí os pido una vez más.. dejar el egoísmo, porque para mí es lo que es y cuidad de los que nos rodean. No hace falta que nos prohiban las cosas, debería salir de nosotros mismos.

Y a ti hermana, siempre nos guiarás y cuidarás de nosotros. Seguirás haciendo que sonriamos en todo lo que hagamos en la vida.

Llevo en mi piel desde hace unos días una de tus frases favoritas, “Al vértigo, Alas” y prometo vivir siempre con esa máxima en mi vida. Tú harás que tenga esas alas cuando me intenten vencer los miedos.

Te queremos hermana y no te olvidamos, nunca.