Nevada Histórica Mardrid

Al poco de comenzar el año 2021, los medios comenzaron a distribuir la noticia de que era probable que la semana del 9 de Enero, tuvieramos nevadas en Madrid y que quizás, éstas, superaran los últimos registros, teniendo 25 cm de espesor. Afortunadamente, todavía me encontraba de vacaciones navideñas, así que pensé que sería un buen fin de semana para tomarme un chocolate calentito y disfrutar de las vistas por la ventana. Nada más lejos de la realidad.

El día 7 comenzó a nevar en Madrid, primero tímidamente, pero de forma sostenida . Os podéis imaginar, foto aquí foto allá y postureo nevado 🙂 .

El día 9, después de muchos avisos por la AEMET y teniendo de base aproximadamente 10 cm de espesor, comenzó una nevada que en mi vida había visto. Se levantó ventisca, esparciendo nieve con diferentes grosores por todas partes. Yo, que seguía mirando por la ventana aquella noche del 9 de Enero, pensé.. esto se va a poner complicado. Las calles empezaban a no diferenciarse de las carreteras y al menos desde la ventana a las 02:00am parecía que nos encontrábamos en aquellas bolas de nieve que se comprar de recuerdo de los lugares que visitamos.. 

Al levantarme aquella mañana del 9 de Enero, fue indescriptible.. Lo intentaré por poneros en situación, pero creo que me quedaré bastante corta. Aquella mañana nos levantamos pronto, quería ver la nieve virgen sin pisar, así que cuando fui a tomarme el café vi que todas nuestras ventanas tenían un tomo de nieve de 40 cm. Ha que tener en cuenta que vivo en un edificio en una ciudad, así que os podéis imaginar mi sorpresa. 

Cogí mi conjunto de esquí, pensé que era buena idea intentar salir con la ropa más térmica posible, ya que la ventisca todavía continuaba. Bajamos los dos pisos rápido y cuando llegamos abajo, la nieve nos llegaba por las rodillas, dentro del portal. La ventisca incluso había creado “olas” más altas de 159cm,que es lo que mido yo. Cuando puse un pie en la calle a duras penas, me encontré lo más parecido posible a una película apocalíptica, más concretamente “El día de mañana” cuando todo NY se congela jeje.  Con deciros que me dediqué a dejarme caer en la nieve y ésta me cubría entera..

La verdad es que fue y ha sido una de las experiencias más increíbles y bonitas que esperé vivir en una ciudad. Ver esta cantidad de nieve, me parecía increíble. Con el transcurso de los días, todas las rampas que hay en el barrio las bajé modo trineo años 80, con un plástico y fue de lo más divertido. 

El contrapunto, lo dejo en la dificultad de salir de casa incluso para comprar. Nosotros lo intentamos varias veces y fue de lo más agotador, por no decir que como no podían acceder en varios días los camiones, los supermercados del barrio dejaron de tener stock de cosas necesarias como leche, papel WC (otra vez) y nos las vimos y deseamos para hacernos con algunas cosas.

 

He de decir que la nevada, no ha desaparecido hasta pasados 10 días por la lluvia, pero aun así, todavía tenemos montañas de nieve en algunas calles.

 

Dicen que año de nieves, año de bienes y de verdad espero que esto sea así, necesitamos un año bueno todos. De todas formas me siento muy agradecida de haber podido vivir la experiencia de ver nieve por la cintura en una ciudad, creo que es algo histórico que no volveré a vivir. Intentaré seguir llenando de experiencias irrepetibles la vida, por que al final eso es lo que te llevas. 

 

 

Un abrazo lectores y gracias por seguir ahí 🙂